¿Viajas para hacerte la foto y subirla a Instagram? o por el contrario… ¿Te mueres por conocer las tradiciones y costumbres en Turquía? Turquía genera fascinación en las personas que la visitan. Más allá de esa fascinación y en ahorrarnos disgustos por caer en la mala educación al no conocer las tradiciones y las costumbres de Turquía

¿En qué manera nos impacta el país? ¿Cuáles son los prejuicios que desmonta? 

1. Es un país muy emocional: el amor es lo más importante en Turquía

El amor es el asunto que rige Turquía, junto a los negocios quizás. Me refiero al amor, no como los celos horrorosos que conviven en las parejas, sino la consideración a otra persona por el hecho de ser persona, cuidarla, el trato digno… En Turquía se percibe mucha hospitalidad hacia las personas, también hacia los turistas. Te reciben muy bien en sus casas, te dicen lo guapa que eres… es un país muy emocional donde además se le da muchísima importancia al amor.

Suelo fijarme en las paredes de los lugares en los que me encuentro. En Turquía comprobé que el amor es el tema principal que aparece en el grafiti de las paredes, a diferencia del País Vasco, en cuyas paredes aparece principalmente la política.

paredes pintadas de amor en TUrquía
Traducción al castellano: “El está triste como un mar. Me has enseñado a nadar”. // J.M. New Foça. Turquía

2. Respeto hacia los animales: el trato a los gatos y a los perros callejeros en Turquía

Estambul es conocida en el mundo por ser una ciudad fascinante, eferverscente, única. Impacta de ella su vida en la calle, su arquitectura. Se alza entre los pilares del laicismo y la religión, la modernidad y la tradición, que lo une y lo mantiene como puede, día a día sobre un pasado glorioso en lo que era la antigua Constantinopla. Con sus monumentos emblemáticos por visitar, una ciudad donde la nostaliga se palpa a cada esquina, también es muy conocida por la multitud de gatos que pueden verse en ella, y el trato que su gente le da a los animales. La cuestión de los gatos llama mucho la atención al visitante, el trato tan amoroso que se les da. En verdad, puede verse por todo el país.

Los perros callejeros no son tan famosos en Estambul, pero en las pequeñas localidades del Egeo turco es muy normal verlos sueltos por las calles. No suelen hacer nada, están controlados por las autoridades mediante un chip que se les coloca, pero sí es cierto que en ocasiones puede llegar a ser molesto ver diez perros correr al mismo tiempo por el malecón.

3. La hospitalidad de la gente turca

Se trata de la costumbre y la tradición que más recalcan las personas que conocen el país. Este año tuve las visita de dos amigas de España y se quedaron impresionadas hasta qué punto los turcos son personas muy sociales. Te montas en un taxi y hablas con el conductor. Te encuentras en un restaurante y hablas con el camarero… incluso aunque no sepas turco. Se acercan en muchas ocasiones simplemente a conversar y a asegurarse de que estás correctamente atendida, sin llegar a ser invasivos ni a agobiar.

La hospitalidad de los turcos se siente también cuando te invitan a su casa. Es un dicho sagrado tratar bien al invitado. Es preciso quitarse los zapatos antes de entrar en una casa, al menos, en la mayoría de ellas. Así que si acudes a una casa y ves montones de zapatos en la entrada, no te asustes, es algo muy común.

“Ciertas personas me hicieron sentir como si fuese un miembro más de su familia, apenas sin conocernos y sin saber si volveríamos a vernos…”, indica una mujer que visitó recientemente Turquía.

Suele ser muy habitual que te ofrezcan té y/o café. ¡Recuerda la tradición de leer el futuro en los posos del café turco! Aunque con tranquilidad, en la primera visita no suele suceder 🙂

4. La seguridad en Turquía: la calle, centros comerciales, los bazares, los monumentos…

La seguridad se cuida mucho en Turquía, tal vez en exceso. Hablamos de la Turquía del oeste y en el norte (con excepción de algunos lugares como Trabzon donde en la sociedad turca se advierte de la existencia de determinadas mafias). Precaución a la hora de viajar al este del país, a no ser que seas una persona muy aventurera y te desenvuelvas muy bien en zonas calientes.

Hay mucha presencia policial en cada ciudad, diría que es algo muy común en todo el país y la presencia de complejos militares también: casas de soldados…en cada ciudad. Se hacen controles muy continuos tanto en la entrada de centros comerciales como a la salida de las autopistas…

En una ocasión me encontré en Bodrum con una mexicana. Se había mudado allí tras casarse con un turco. Y le encantaba Bodrum. Estaba muy contenta de salir a la calle y sentirse segura.

Lo que no quiere decir que no haya que tener un mínimo de sentido común.

La sorpresa de la primera vez que se viaja a Turquía suele ser, entre otras cuestiones, la seguridad. Desde fuera se da una perspectiva un tanto irreal del país. El miedo de los atentados terroristas en el pasado o el impacto de la religión musulmana en la vestimenta de las mujeres… suelen ser cuestiones que preocupan al visitante antes de aterrizar en Turquía.

Una vez allí te das cuenta de que se trata de un país seguro al que se cuida mucho al turista, aunque la mala suerte suele darse y gente tonta hay en todos los lugares del mundo.

5. La mentalidad abierta de muchas personas turcas

Puede que sea debido a la mala fama del Islam en el mundo. Creemos que en Turquía las personas tienen una mentalidad cerrada y que no respetan otras culturas o modos de ver la vida. Una vez conoces Turquía te das cuenta de lo respetuosos que suelen ser, lógicamente, si por parte del visitante existe una mínima de educación, y depende de la persona en cuestión también, pero en general, son personas con las que se puede hablar.

No tengo la impresión de que los turcos sean personas que entren en discusiones fuertes, son más bien, curiosos, y preguntan sobre la vida del lugar de provienes, sobre Europa y sobre tu opinión respecto de Turquía.

6. Separar dos Turquías: Estambul y el resto de Turquía

En mi opinión podría realizarse una separación más minuciosa, pero no voy a ser quisquillosa. Las personas que visitan Turquía se dan cuenta de la diferencia que hay entre Estambul y el resto de los lugares, por no hablar del este y del sureste o del norte del país que no son destinos típicamente turísticos en el país.

En mi opinión, si tenemos una visión conjunta de Estambul podría simbolizar las diferentes Turquías que podemos encontrar en la propia Turquía. Estambul es el destino del sueño turco, más o menos como el sueño americano, pero sin que se trate de la primera potencia mundial. Muchas personas en Turquía se mudan a Estambul en busca de libertad o de mejores condiciones laborales.

El Egeo turco es la zona de la costa del suroeste de Turquía. Izmir, Bodrum, Marmaris… componen esta área que es una maravilla para visitarla en el verano. Allí, en función también del lugar que visitemos y de la época del año, nos toparemos en mayor o en menor medida con la vida cotidiana turca, no está tan rodeada de tanto bullicio ni de monumentos tan emblemáticos, pero que cuenta con lugares impresionantes para visitar como las ruinas de Myra en Demre, Éfesus o Bergama cerca de Izmir.

7. Conducir en Turquía

Al llegar a Turquía desde fuera, irremediablemente, si alquilamos un coche nos daremos cuenta de las diferencias respecto de nuestros lugares de origen. En comparación con España, conducir en Turquía es mucho más caótico, hay que prestar más atención en la carretera para evitar pequeños accidentes (no suelen dejarse las distancias de seguridad apropiadas) y se aparca con mucha más espontaneidad.

La primera impresión suele ser de susto. Pero las carreteras están en buenas condiciones y alquilar un coche es bastante económico.

Este año sí que se ha percibido más controles de policías en las carreteras, han puesto más rádares, incluso he observado algo muy curioso: colocan una especie de cartón con forma de coche de policía y unas luces en el extremo alto del coche que parecen de verdad. De forma que los conductores creen que efectivamente se trata de una patrulla y aminoran la velocidad.

8. El impacto del cuidado al medio ambiente en Turquía

Para quienes estamos acostumbrados a ver nuestros lugares ciertamente algo cuidados y donde existe cierta conciencia del medio ambiente, en Turquía no ocurre, a pesar de que la limpieza sea muy importante en el país. Por ejemplo, los turcos le dan mucha importancia a lavarse las manos. Sin embargo, sí es cierto que se percibe la necesidad de mejorar el cuidado del medio ambiente.

En Turquía se diferencia entre playas públicas y privadas. De hecho el pago de una entrada a una playa privada suele ser sinónimo de que la arena o el muelle que de acceso a la playa estará limpio. Las playas públicas suelen estar generalmente sucias, por el descuido de quienes disfrutan de ellas: colillas, plásticos… una barbaridad si se tiene en cuenta de los lugares tan maravillosos de los que hablamos.

tradiciones y costumbres en Turquía
Mesas que colocan en el agua de la ría en Turquía. Muy bonito pero con cuidado de no ensuciar. / J.M. Akyaka. Mugla. Turquía

La cuestión del reciclaje funciona de una manera privada. La ciudadanía no recicla. A mí me impacta mucho ver cómo en las casas no distinguen el vidrio del plástico y del orgánico. Las empresas privadas seleccionan el plástico de la basura o en el caso de Estambul determinadas personas escarban en la basura para sacar de ahí el plástico y luego venderlo en las condiciones en las que pueden.

9. La fascinación que provoca Turquía en los turistas

En los seis años que llevo viajando a Turquía he hablado con muchas personas que habían viajado a Turquía o que tenían previsto hacerlo. Solo una me dijo que no le gustó nada el país. Para el resto ha resultado un gran viaje y un gran país.

Antes de que conocer Turquía transmite cierto exotismo. No tengo muy claro por qué. Y una vez se conoce, provoca fascinación. Creo que es por la simpleza de sus lugares que resultan maravillosos y auténticos, viven en ellos, ya sea en Estambul y/o en el Egeo turco. La diferencia cultural, el choque que genera…

La hospitalidad de sus gentes… y también porque Turquía no es un país árabe, y sin embargo, cuenta con una sociedad mayoritariamente musulmana que por diferentes razones ha convivido, al menos hasta hace poco, en un país laicista. Por lo que esconde muchísimos matices que se sienten a lo largo del viaje.

10. La gran brecha entre los pobres y los ricos turcos

La clase media en Turquía es muy escasa. Existe una gran diferencia entre pobres y ricos. Uno de los dichos en Turquía es que si se tiene dinero se puede vivir en el país muy bien. El problema es si no se tiene… personas que trabajan durante muchísimas horas al día. Es algo muy común acudir a un restaurante y ver siete camareros o a una peluquería y ver seis trabajadores.

Lo cierto es que las condiciones laborales no son buenas. Trabajan mucho para un sueldo que no tranquiliza el final del mes, más si se tiene en cuenta el conflicto diplomático abierto entre Estados Unidos y Turquía que ha tenido graves repercusiones en la devaluación de la moneda turca que es la lira.

Cuando yo comencé a viajar a Turquía en el año 2011 el cambio de euro a lira se situaba más o menos en 2,7. Es decir, un euro consistía en 2,7 liras. Cuando viajé este último verano, en el año 2018, el cambio había subido a 5 liras y al irme del país había subido prácticamente a ocho liras. Lo cual es un desastre para la importación de productos de grandes empresas, entre otras cuestiones.

Pocas veces les veremos quejarse. Son muy de hablar de sus problemas entre risas. Yo creo que llevan la preocupación por dentro y que sienten cierto alivio por el respaldo de las familias.

11. El amor a la patria: el nacionalismo en Turquía

Eso sí que es amor. El nacionalismo puede palparse en toda Turquía. Hablamos de nacionalismo turco, kurdo…

Se ven banderas en cada esquina y los retratos del padre de la República de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk, se ven por todos los lados. Podemos encontrar hasta exposición de fotos de Atatürk en la calle, por ejemplo, en la zona de Beyoglu en Estambul y en una de las calles que da al puerto marítimo en Bodrum.

En la actualidad una mayoría de la población en Turquía apoya al líder Recep Tayip Erdogán. El resto de la población que vive resignada con su política y sus decisiones se aferran con más ímpetu a Atatürk. Hay también quien no concuerda con ninguno de los dos.

12.La tradición social, familiar… en Turquía

Muchas veces se conoce Turquía por su sociedad mayoritariamente musulmana y la religión del Islam. Turquía no es árabe, tiene un origen otomano. En muchas ocasiones se habla mucho sobre la religión musulmana en el país o la islamización que está sufriendo, pero apenas se abarca la cuestión de la tradición. Hay que diferenciar religión y tradición, aunque en muchas ocasiones van unidas, para entender Turquía es necesario comprender la tradición que impregna la vida en el país.

Algo que valoro en positivo es el respeto al mayor en Turquía. Es algo que en España se ha perdido por completo.

“La gente moderna tiene miedo a hablar en determinados ambientes. He visto chicas a llorar porque sus familiares no aceptan a la pareja…”, comenta una persona respecto de las tradiciones en Turquía.

13. Los chicos turcos

Impresiona a muchas mujeres que visitan Turquía. Creo que es por el impacto en Latinoamérica y ahora en España de las telenovelas turcas. Se tiene una idea un poco loca de los chicos turcos y la cuestión de las parejas hispano-turcas creo que empieza a tener más cuotas de popularidad que los implantes de pelo en el país.

13 tradiciones y costumbres en turquia

¡Este es el listado general de las tradiciones y costumbres de Turquía! ¿Las conoces? ¿Has visitado Turquía? ¿Qué piensas del país? ¿Qué impacto ha generado en ti?

Únete al grupo de viajeras en Facebook: ‘Viajes Slow: Tradiciones, tabúes y mujer’. El espacio sobre Turquía más EXCLUSIVO y de entrada muy difícil: solo se permite acceso a aquellas personas que hayan leído los libros de pago de Josune Murgoitio y/o sean clientes de Almila Shop.
Viajes Slow es un punto de encuentro para conocer Turquía poco a poco, lejos de itinerarios estresantes, muy amarradas a lo local y con la mirada puesta en la mujer. Si cumples el requisito de haber leído los libros de Josune Murgoitio haz click AQUÍ para entrar en Viajes Slow.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para recopilar información estadística sobre su navegación y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, generada a partir de sus pautas de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información sobre política de cookies ACEPTAR

Aviso de cookies

Pin It on Pinterest

Share This