El primer árbol de los deseos que vi me dejó maravillada. Contratamos un tour en barco en Kekova, en las cercanías de Kas. Cuando desembarcamos en la isla, recorrimos las callecitas en dirección a su alto, observando las tiendas de artesanía y los pequeños restaurantes. Hacía un calor tremendo y el mar nos rodeaba por todas partes.
Al llegar al alto de la isla vi el árbol. Sus ramas estaban completamente cubiertas con telas atadas, ojos turcos, pequeñas lámparas. Al fondo se divisaba el mar, mientras el sol calentaba con fuerza.
Me quedé impresionada.
En aquel momento no conocía la costumbre turca del árbol de los deseos.
Después, en otro viaje en el Egeo Turco, descubrí más árboles.
En esta ocasión, en Gümüslük, en las cercanías de Bodrum, observé los árboles que nacían del propio mar. Era una delicia ver el paisaje que conformaban los árboles, el mar y la decoración exquisita de los restaurantes que besaban la playa de esta localidad.
Ojos turcos y pequeñas lámparas artesanales de calabaza decoraban estos árboles milagrosos.
Al verlos de nuevo me pregunté si en verdad existía alguna costumbre de decorar determinados árboles.
Descubrí entonces, al preguntarlo en mi entorno turco, que el árbol que había visto era un ‘árbol de los deseos’.
Supersticiones turcas en la cultura turca
Se trata de un símbolo central de la mitología turca. En el chamanismo los árboles eran muy importantes: simbolizaban la vida.
Se trata, en efecto, de una de las antiguas tradiciones chamánica que sobrevive en Turquía.
Hoy en día, estos árboles se utilizan para exponer esperanzas y sueños incumplidos. Se atan trozos de tela en las ramas y se cree que la brisa llevará sus deseos, convirtiéndolos en realidad.
¿Qué deseos escribirías en una cinta y luego la atarías en una rama de un árbol?
¡Cuidado! A veces los deseos se cumplen 🙂
Muy interesante!!! Lástima no poder comprar los libros
hola¡
Muchas gracias. Si puedo ayudarte para conseguir los libros, escríbeme sin problemas.
Un abrazote