En Mithynas ocurre justo lo contrario que sucedía en Elafonisi; si se abren los ojos, si se cierran los ojos, una ve-siente-oye hacia adentro.

No es de extrañar, fijándonos en el paisaje que expande hacia dentro, naufragar a través de los pensamientos para desembocar en esta insólita playa bella. Pienso que pocas en mi vida he visto una playa tan larga, Dragados, con tan poca gente, de mar calmado, que produce cierto miedo de adentrarse en él demasiado, no vaya a ser que no habiendo suficientes bañistas ocurra algo.

Absurda la idea de ese miedo infernal de no adentrarse demasiado en este mar infinito, simplemente, porque la colectividad de los que aquí estamos, no lo hacemos o no somos lo suficientemente masa para hacerlo. En esta playa no hay socorristas, nadie indica dónde bañarse, cada cual se coloca donde quiere, con sun bed o sin ella, pero rocas hay, no es tan cómoda como Elafonisi, ni el mar despierta los colores de la admirada Balos, pero algo despierta, como si la línea de la vida representara, internándote a través de ella, en la aquí presente.

Ventajas: hamaca gratis, aunque hay que consumir, temperatura del agua ideal, ducha cercana, carretera accesible (38 km más o menos de Chania a través de la National Road).

Desventajas: las piedras queman, da un poco miedo adentrarse demasiado en el agua.