Olvídate del cansancio acumulado por el estrés de todo un año. El ritmo sin parar de una lista de actividades diarias. La rutina de horarios y qué haceres. Descubrir Estambul es todo un acierto: ciudad emblemática que reúne historia, arte, una población quizás excesivamente densa, gastronomía y paisajes.

Y sin embargo una experiencia más que completa para un verano fantástico sería equilibrar la efervescencia propia de Estambul con la explosión en la calma que el Egeo turco te ofrece: aventurarse a realizar alguna actividad deportiva fuera de la normalidad del año, asistir a los fracasos históricos del país en forma de ruinas, disfrutar de una buena comida con una bebida propia de Turquía la occidental y perderse a través de un barco en las aguas calmadas de esta zona del país para acceder a rincones escondidos.

Inspirada por el fantástico post que el compañero Planeta Estambul ha escrito para todos nosotros: “10 ideas para disfrutar del verano en Turquía”, he pensado en ofrecerte cuatro actividades diferentes en cuatro destinos inolvidables en el Egeo turco. Se trata al fin y al cabo de recuperar la energía que la lista de tareas diarias durante el año nos roba, y volver a sentirnos personas libres que disfrutan de los placeres del mundo.

1. Deporte en Fethiye: parapente y submarismo en playas fascinantes

Una alternativa que sin duda despejará la rutina es realizar parapente en Fethiye. Es uno de los lugares del Egeo turco más recomendables: matices azulados del mar. Aunque la playa es una de las actividades más relajantes en verano, quizás, durante muchos días seguidos, puede llegar a volverse monótono. De ahí que hacer parapente constituya una buena alternativa: se obtiene una vista impresionante del paisaje en su conjunto.

Una alternativa menos ‘arriesgada’, si eres persona con vértigo o tienes miedo de saltos tan bruscos, es caer hacia abajo pero en el agua, submarinismo. Allá abajo, observándolo todo, mientras el latido del corazón resuena.

Consejo: Mirar bien los precios y contratar un servicio de calidad. En Fethiye hace además mucho calor durante el día, acudir bien preparados (crema de sol, agua para hidratarse…).

2. Rincones paradisíacos solo a través de barco en el Egeo turco

Es el Mediterráneo. Existen muchos rincones por descubrir. Una experiencia bonita y económicamente accesible es comprar unos tickets y embarcarse a playas paradisícacas a las que solo se puede acceder a través de barco.

Desde Fethiye puedes visitar y hospedarte en Waterfly Beach. Es toda una experiencia. No hay construcciones, ni restaurantes, ni ruido, ni nada de ocio de la vida moderna. Existe allí exactamente lo contrario: silencio, tranquilidad, disfrute de la compañía correspondiente (si es el caso). Al llegar te alojas en el cámping preparado donde sirven desayuno y cena ecológica.

La playa 🙂 /J.M

Desde Marmaris, una ciudad también situada en el suroeste, existen también muchos trayectos que pueden realizarse en barco, por ejemplo: hasta la Isla Celopatra donde no se permite pernoctar, o si se quiere visitar Grecia, hasta la isla Rodas que es una auténtica maravilla. Es bonita la experiencia de comprobar hasta qué punto varía y cómo se asemejan lugares situados en diferentes países y tan próximos el uno del otro.

Vista de la playa en la Isla Cleopatra desde el barco/ J.M

Consejo: Consultar bien los precios. Cuidado con comprar el ticket solo de ida, a veces la vuelta da problemas. Hay que tener en cuenta además que en ocasiones los precios cambian para los turistas. En el barco suele hacer calor, llevar crema, algo que tape la cabeza y llevar algo de comida. En ocasiones el servicio de comida en el barco no es de mucha calidad y lo que en él se vende es bastante caro.

3. Gastronomía en Izmir: disfrutar de un raki-fish en un pueblo costero

No hay nada más acertado que disfrutar de un buen raki-fish para adentrarse en la cultura turca más próxima a Occidente. Los encuentros entre familiares y amigos turcos en torno a una mesa repleta de aperitivos, carne y/o pescado, acompañado de raki son muy comunes. Se trata de en la mayoría de los casos bien en los propios hogares o en restaurantes muy bonitos en su simpleza. Al menos a mí me llama la atención porque el País Vasco cuenta también con mar, el Mar cantábrico, y sin embargo, no cuenta con restaurantes simples, de uso cotidiano y a buen precio, a la orilla del mar.

El raki simboliza el honor en los hombres y la resistencia en las mujeres. Tiene un fuerte sabor y aroma a anís. La costumbre es verter un poco de raki en el vasco (dependiendo de la persona, más o menos), y después tras introducir hielo en el vaso (llama la atención porque en Turquía las bebidas no se siren con hielo) se vierte con agua, de forma que la bebida clarea. Creo que se asemeja al sol y sombra propio de España.

El pueblo Foça es un lugar muy bonito en Turquía, cercano y accesible. / Foça. J.M

Un pueblo donde sirven un buen raki-fish es Foça. A una hora de trayecto desde Izmir más o menos. Es un pueblo pequeño y costero, cuenta con playas públicas y privadas (aunque las privadas están más cuidadas) y un pequeño puerto donde los restaurantes lucen sus cristaleras al mar.

Otra opción, dejando a un lado el amplio abanico de posibilidades gastronómicas para degustar en el país, es organizar una barbacoa. Aunque entiendo las dificultades del viajero para hacerse con una barbacoa. Pero si se diera el caso, hacer una barbacoa un domingo puede ser muy buena opción. Es algo muy común.

Consejo: No hay experiencia de viaje más bonita que la que resulta de tener una actitud abierta para conocer a gente local. La sociedad turca es en general abierta y hospitalaria y tienen además buen humor. Para el raki-fish evita los lugares turísticos. Observa o pregunta a qué restaurantes acuden los turcos.

Consejo 2: prueba un desayuno turco. Te va a impresionar.

4. Historia y cultura en el Egeo turco: Visitar las ruinas de Éfeso y Bergama

Desde más cerca. /Bergama. Selcuk Senyurt

Turquía guarda un entramado de ruinas que recuerdan, muy en línea de una gran característica de la sociedad turca, la nostalgia de su pasado.

Acudir, observar y pasearse por las ruinadas situadas en el Egeo turco es todo un acierto, dado su estado de conservación. Éfesus es un lugar que concentra a grandes masas de turistas, debido también a su cercanía respecto de Kusadasi, ciudad donde atracan los grandes cruceros. Si prefieres la tranquilidad, la ciudad de Bergama y todo su entramado de ruinas es para ti.

Consejo: En esos lugares hace mucho calor en verano. Está completamente expuestos al sol. Acude pronto para evitar las horas de máximo calor. Una buena opción es alquilar un coche para después de las ruinas acercarse a una playa próxima y darse un buen baño 🙂

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